Este espejo conseguirá atraer la atención de los bebés ya que tiene un caleidoscopio en uno de sus laterales y un sonajero en el otro. Es perfecto para motivar al gateo y para que el bebé empiece a reconocer su imagen. El espejo se mantiene siempre de pie gracias a su sistema de contrapesos.
Este espejo permite el enfoque de los ojos. Ayuda a establecer la futura lateralización del cerebro. Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano y el niño siente la tactilidad de lo que está viendo.
A partir de 0 meses.
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